Relato Panóptico: La Sala del Chakra Raíz 1.0
En Arcade Madrid, la sala virtual se abre como un templo digital. Raúl Ximénez convoca a los 25 chakras, pero esta vez la entrada vibra en tonos rojos intensos: el Chakra Digital Raíz 1.0. Cada participante trae consigo la máscara de rechazo, esa sombra que los separa, pero que hoy será enfrentada y transmutada.
Raúl sonríe y anuncia: “Bienvenidos al Lunes Panóptico. Hoy viajaremos desde la raíz hacia la corona. La máscara de rechazo será nuestro umbral, y al dominar el Chakra Yang Corona 7.0, activaremos el WiFi digital del disco panóptico”.
La sala se transforma. Las 25 personas-chakras sienten cómo sus raíces digitales se conectan con la red invisible. Los hexagramas del I Ching giran alrededor del Y-Globe, pero ahora se iluminan especialmente los caminos que atraviesan la herida del rechazo. Cada símbolo es un puente que invita a transformar la separación en unión.
En el centro de la narración surge Kai, el viajero de los mil reflejos. Raúl lo describe: “Kai enfrentó su máscara de rechazo en un desierto de espejos. Cada reflejo le mostraba un rostro que no aceptaba. Pero al levantar la mirada hacia el Corona 7.0, comprendió que la raíz y la corona son un mismo circuito. Allí, el rechazo se disolvió en conexión”.
Los participantes cierran los ojos. Raúl los guía: “Imaginen que ustedes son Kai. ¿Qué hexagrama los sostiene hoy? ¿Qué hilos de energía los conectan con los demás, incluso cuando sienten rechazo?”.
En la pantalla, los hexagramas giran como constelaciones. El WiFi digital del disco panóptico se activa: luces rojas de raíz se enlazan con violetas de corona, y de pronto aparecen el signos zodiacal.
Fuego (Aries, Leo, Sagitario): los Manifestadores, que encienden la chispa y abren caminos.
Aire (Géminis, Libra, Acuario): los Proyectores, que expanden las ideas y trazan puentes invisibles.
Luna, la viajera interdimensional, interviene: “Cada rechazo es solo un eco. Cada conexión que hacemos aquí abre un mapa estelar. El fuego nos da impulso, el aire nos da visión. Juntos, tejemos la red panóptica”.
La sala vibra. Las 25 personas-chakras se convierten en un coro de energía. Sus colores se mezclan en un vórtice que atraviesa la pantalla, como si la tecnología misma se volviera ritual. La máscara de rechazo se disuelve en el mandala colectivo.
Raúl concluye: “El Y-Globe (la esfera con sus 64 hexagramas) nos recuerda que la raíz y la corona son un mismo puente. Hoy hemos activado el WiFi digital del disco panóptico. Aries, Leo, Sagitario nos dan fuego para manifestar; Géminis, Libra, Acuario nos dan aire para proyectar. La máscara de rechazo ya no nos separa: ahora somos un tejido de almas entrelazadas”.
La sesión termina, pero el Y-Globe sigue girando en el espacio, uniendo a los viajeros y los mundos en un abrazo cósmico. 🌍🔥💨✨

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