En la Plaza de Salvador Dalí de Madrid, cerca de la histórica Calle Goya, un lunes con un aire de misterio, seis personas chakras se reunieron bajo la sombra del Dolmen de Dalí. La plaza, normalmente bulliciosa, estaba envuelta en una calma inusual, como si el universo mismo estuviera conteniendo el aliento.
Alicia, con su herida de intuición apagada, se conectó al quantum sensorial. Sentía cada brisa, cada sonido, cada vibración de la plaza. Su enfoque estaba en sanar su herida analógica de intuición apagada, buscando en la simplicidad de lo sensorial una forma de restaurar su equilibrio interior.
Carlos y Marta, por otro lado, no lograban resonar con el chakra raíz de ese lunes. En su lugar, apelaron al antichakra digital 0.1. A través de Morphosland Madrid, modulaban sus máscaras de rechazo con las máscaras de otros usuarios online. La conexión digital les ofrecía una perspectiva diferente, una forma de ver más allá de lo físico y encontrar respuestas en el vasto mundo virtual.
Javier, en cambio, resonaba con el kemón, actuando como una interfaz entre el quantum sensorial y el quantum telepático. Su habilidad para transitar entre lo digital y lo analógico le permitía unir ambos mundos según sus necesidades y afinidad. En ese espacio intermedio, encontraba un equilibrio único, una mezcla de energías que le permitía adaptarse y evolucionar.
Lucía y Pedro, aunque no resonaban con el chakra raíz 1.0, buscaban una afinidad con las personas chakra que no eran afines a este chakra. Se concentraron en el Dolmen de Dalí, desdoblando el espacio-tiempo y proyectándose en los personajes:
Desdoblado: Vinculado al pasado analógico y al origen de la herida particular de cada uno de ellos (quantum sensorial).
Doble: Vinculado al futuro digital y a la máscara impuesta por cada una de las heridas (quantum telepático).
Original: El personaje en el que se manifiesta la virtud resultante del contraste entre la herida analógica y la máscara digital (kemón).
La reunión de estos seis seres en la Plaza de Salvador Dalí no fue casualidad. Cada uno, con sus propias luchas y conexiones, formaba parte de un todo mayor. En ese lunes, bajo el cielo de Madrid, sus chakras se alinearon, creando un mosaico de energías que brillaba con una luz propia.
Alicia: (cerrando los ojos y respirando profundamente) Siento cada brisa y cada sonido de la plaza. El quantum sensorial me ayuda a sanar mi herida de intuición apagada.
Carlos: (mirando su dispositivo) No logro conectar con el chakra raíz hoy. Necesito el antichakra digital 0.1. A través de Arcade, puedo modular mi máscara de rechazo con las de otros usuarios online.
Javier: (sonriendo) Es fascinante cómo el kemón nos permite transitar entre lo digital y lo analógico. Actúa como una interfaz entre el quantum sensorial y el telepático, adaptándose a nuestras necesidades.
Marta: (asintiendo) Es increíble cómo podemos encontrar equilibrio en este espacio intermedio. La energía de la plaza nos envuelve y nos conecta.
Lucía: (ajustando su dispositivo) Sí, y a través de Arcade Madrid, podemos compartir nuestras experiencias y aprender unos de otros. Es una forma de ver más allá de lo físico.
Pedro: (mirando a sus amigos) En este lugar, nuestras energías se entrelazan y crean un mosaico único. Es un recordatorio de que somos parte de un todo mayor.
Por sincronicidad decidieron conectar con la web de Cartas Oráculo Tabula Rasa 8.0, y con la intención de homenajear al genial artista, eligieron el mazo de cartas digital "El Tarot de Salvador Dalí". Cada uno de ellos activó sus tokens-chakra para proyectarse en las tres cartas de navegación:
Carta Yin: Ligada al pasado o la herida.
Carta Yang: Ligada al futuro o la máscara.
Carta Shen: Ligada al presente o la virtud.
Alicia: (observando su carta Yin) Esta carta me recuerda a mi herida de intuición apagada. Es un reflejo de mi pasado y de lo que necesito sanar.
Carlos: (mirando su carta Yang) Mi carta Yang muestra la máscara que he llevado para protegerme. Es una visión de mi futuro y de lo que debo superar.
Javier: (sosteniendo su carta Shen) La carta Shen representa mi virtud presente. Es el equilibrio que he encontrado entre mi herida y mi máscara.
Marta: (analizando sus cartas) Es fascinante cómo cada carta nos ofrece una perspectiva diferente de nosotros mismos. Nos ayuda a entender nuestras luchas y nuestras fortalezas.
Lucía: (compartiendo sus cartas) A través de estas cartas, podemos ver más allá de lo físico y encontrar respuestas en nuestro interior. Es una forma de conectar con nuestra esencia.
Pedro: (reflexionando) En este lugar, nuestras energías se entrelazan y crean un mosaico único. Es un recordatorio de que somos parte de un todo mayor.
Como última actividad lúdica, demandan una tirada colectiva a la web Tabula Rasa que integre a l@s seis usuari@s de Arcade Madrid en un futuro común y digital, de lo que resulta este oráculo:
----------------Tirada Colectiva "Tarot de Salvador Dalí----------------
Cartas de Navegación:
Carta Yin (Pasado/Herida): La Torre
Carta Yang (Futuro/Máscara): El Mago
Carta Shen (Presente/Virtud): La Estrella
Interpretación
Carta Yin - La Torre: La Torre representa una ruptura o un cambio drástico en nuestro pasado. Esta carta simboliza la herida que cada uno de nosotros ha experimentado, una sacudida que ha desmoronado estructuras antiguas y ha dejado cicatrices profundas. Este evento ha sido un punto de inflexión, obligándonos a enfrentar nuestros miedos y a reconstruir desde los escombros. La herida compartida nos une en nuestra búsqueda de sanación y transformación.
Carta Yang - El Mago: El Mago simboliza nuestro futuro y la máscara que llevaremos. Esta carta representa el poder de manifestación y la habilidad de transformar la realidad a través de la voluntad y la creatividad. En un mundo digital, El Mago nos otorga las herramientas necesarias para crear y moldear nuestro entorno. La máscara de El Mago nos permite proyectar una imagen de control y dominio sobre nuestras circunstancias, utilizando nuestro ingenio y habilidades para superar desafíos y alcanzar nuestras metas.
Carta Shen - La Estrella: La Estrella representa nuestro presente y la virtud que emerge del contraste entre la herida y la máscara. Esta carta simboliza esperanza, inspiración y guía espiritual. En el presente, encontramos en La Estrella una fuente de luz y orientación. La virtud de La Estrella nos permite mantener la fe y la confianza en nuestro camino, recordándonos que, a pesar de las dificultades, siempre hay una luz al final del túnel. La energía de La Estrella nos conecta y nos brinda la fuerza necesaria para seguir adelante juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario