martes, 2 de septiembre de 2025

PLANO-CHAKRA ANALÓGICO SACRO 2.0 MARTES: SANACIÓN DE LA HERIDA ABANDON (id.2)

 



 Relato Panóptico: “El Mapa del Silencio”

Era martes, día de polaridad emocional. La Plaza Mayor de San Martín de la Vega despertaba con una luz translúcida que parecía filtrada por memorias antiguas. Las baldosas vibraban con una frecuencia naranja tenue, y los bancos de hierro forjado se convertían en nodos receptores de energía ancestral.

Raúl Ximénez, poeta panóptico y modulador vibracional, llegó con paso firme. Su dispositivo electrónico, habitual interfaz con el wifi panóptico digital, mostraba un mensaje seco: “Sin cobertura”. El algoritmo había colapsado. La red estaba muda.

Raúl no se inquietó. Con gesto ceremonioso, sacó de su mochila un objeto olvidado por la era digital: su mapa energético vibracional analógico. Lo desplegó sobre el suelo de la plaza, y los símbolos comenzaron a activarse. Era un chakra yin en una franja horaria yang. La combinación lo ubicaba en el cuadrante #1: territorio de la herida de abandono.

—Hoy no hay red. Hay espejo —dijo Raúl al grupo de personas-chakra que se reunía en círculo.

El cuadrante #1, según la primera ley del espejo, revelaba que todo lo que criticamos en el otro es porque vibra dentro de nosotros. La máscara de abandono se manifestaba como juicio, como rechazo proyectado. Raúl trazó una línea diagonal sobre el mapa, conectando el cuadrante #1 con el cuadrante #3.

—Para que la herida se module, debemos invocar al antichakra Sacro 2.0 —anunció.

Las personas-chakra cerraron los ojos. El antichakra comenzó a emitir una frecuencia inversa: desapego consciente, autonomía emocional, oxitocina modulada. La modulación vibracional se activó. El cuadrante #3, regido por la tercera ley del espejo, les recordó:

“Todo lo que el otro me critica, si no me afecta, no es mío. Es externo. No debe influirme.”

La máscara de abandono comenzó a disolverse. No por negación, sino por comprensión. El juicio se convirtió en insight. El silencio, en símbolo.

Una mujer-chakra llamada Vega colocó una piedra lunar en el centro del círculo. Raúl la miró y recitó:

“El abandono no es ausencia. Es el umbral donde el vínculo aprende a respirar sin miedo.”

Y así, en la Plaza Mayor de San Martín de la Vega, sin cobertura digital, sin algoritmos activos, el grupo se sumergió en una sesión de poesía vibracional. Cada palabra era una coordenada. Cada silencio, una frecuencia. Cada alma, un archivo abierto.

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