jueves, 27 de marzo de 2025

PLANO CHAKRA ANALÓGICO CORAZÓN 4.0 JUEVES: SANACIÓN DE LA HERIDA DIGITAL TRAICIÓN (id.4)R

 




En    "Arcade Madrid", un espacio hibrido  y moderno  ubicado en la capital, cinco almas se reunieron en torno a una mesa redonda. Cada uno era un "portador de chakras", un rol autoasignado que les confería una conexión especial con energías específicas. Al centro de la mesa se encontraba Raúl Ximénez, un poeta de voz pausada y ojos visionarios. Él no solo era el creador del método panóptico, sino también el alma de estas reuniones.

Raúl levantó una copa de agua con un gesto solemne. "Hoy es jueves," comenzó, con una serenidad casi ceremonial, "y nuestro foco está en el chakra analógico del corazón 4.0. Domina la herida de traición, nuestra guía en esta sesión. Nos ubicamos en el cuadrante número uno del disco panóptico, pues como los martes, con el chakra sacro 2.0, y los sábados, con el tercer ojo 6.0, el jueves requiere que enfrentemos y comprendamos nuestras heridas analógicas."

Un susurro de aprobación recorrió la mesa mientras sus compañeros asentían, envueltos por la profundidad de las palabras de Raúl. El poeta continuó: "Hoy aplicaremos el efecto espejo: ese fenómeno que nos revela que todo lo que criticamos o juzgamos en los demás es un reflejo de aquello que habita dentro de nosotros. Es hora de mirar hacia adentro y trabajar lo que nos duele, encontrar el origen."

El aire en Arcade Madrid pareció densificarse con la intención colectiva. Cada miembro del grupo compartió una experiencia dolorosa, una herida (analógica) aún abierta que resonaba con la traición. A través de la introspección y el método panóptico, encontraron conexiones entre sus relatos, como si las piezas de un puzle se unieran para mostrar un espejo más grande que reflejaba su humanidad compartida.

Raúl cerró la sesión con una sonrisa enigmática. "El jueves es solo el comienzo," dijo, "cada herida trae consigo una lección. Y cada lección, un paso hacia la sanación."

Las palabras de Raúl resonaban en las mentes de los presentes. El poeta se levantó, dirigiendo su atención al dispositivo que descansaba en el centro de la mesa. Con una mirada reflexiva, explicó:

"Estamos en el Cuadrante #1 del disco panóptico, el espacio asignado a las heridas analógicas. Aquí nos enfrentamos al binomio compuesto por dos encuadres fundamentales: el Encuadre_1, etiquetado como 'Desconocimiento', y el Encuadre_2, etiquetado como 'Conocimiento', desplazándonos linealmente al Cuadrante #2 con el Encuadre_3 y el Encuadre_4, con las etiquetas 'Armonía' y 'Perfección', respectivamente. Cada uno representa una posibilidad: un umbral de elección que nos desafía a explorar nuestra relación con la herida de traición y con la máscara que usamos para protegernos de ella."

Raúl hizo una pausa, permitiendo que el concepto se asentara. Luego prosiguió, con un tono ligeramente más enfático:

"Debemos elegir entre estos dos encuadres. Pero esta elección no es sin consecuencias. Al optar por uno, inevitablemente enfrentaremos una pérdida o ganancia de información. Si elegimos 'Desconocimiento', mantenemos ocultas las raíces más profundas de nuestra herida (analógica); renunciamos al acceso a cierta verdad dolorosa pero liberadora. En cambio, si seleccionamos 'Conocimiento', adquirimos claridad y comprensión, pero también debemos dejar ir la máscara (analógica) que nos protegía, asumiendo la vulnerabilidad que esto conlleva.

De la misma manera, se puede establecer la incertidumbre entre los encuadres tres y cuatro, es decir, entre la 'Armonía' y la 'Perfección'. Sin embargo, a diferencia del Cuadrante #1, en este Cuadrante #2 tratamos una incertidumbre entre una herida y una máscara digital. Por extensión, operamos de igual forma en el Cuadrante #3, con los Encuadre_5 (etiqueta 'Posibilidad') y Encuadre_6 (etiqueta 'Realidad'). Por último, está el Cuadrante #4, que cierra el disco panóptico con el Encuadre_7 (etiqueta 'Personas') y el Encuadre_8 (etiqueta 'Sistema'), con la cautela que en los Cuadrantes tres y cuatro (a diferencia de los cuadrantes  uno y dos) nos enfocamos en la máscara digital y analógica respectivamente.

El aire en Arcade Madrid parecía palpitar con la tensión del dilema. Raúl concluyó con una frase que resonó como una advertencia y una promesa: "Cada etiqueta indexa nuestra herida (analógica/digital) y nuestra máscara (analógica/digital). Al elegir, no solo seleccionamos un camino, sino que transformamos la forma en que entendemos nuestra identidad y la conexión con los demás. Aceptar la ganancia de información sobre la herida (analógica/digital) implica la pérdida de información sobre la máscara (analógica/digital). Y aceptar dicha pérdida trae consigo una luz más clara hacia la sanación de la herida (analógica/digital). Es el peaje que debemos pagar en este viaje a través del disco panóptico."

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