En el corazón de Madrid, en la estación de metro Sevilla, en un espacio cultural inmersivo conocido como Arcade Madrid, cinco personas-chakra se reunieron bajo el manto energético del Lunes. Aquel día, el chakra digital Raíz 1.0 gobernaba, con su tendencia de máscara de rechazo, propiciando un encuentro único. Cada uno llevaba consigo una herida, una sombra personal, lista para ser expuesta y trascendida bajo la Ley del Espejo.
Personas-chakra:
Lina: chakra del corazón, portadora de la herida del abandono.
Noah: chakra del plexo solar, con una máscara de autosuficiencia.
Izan: chakra de la garganta, vulnerable a las críticas.
Mara: chakra del tercer ojo, oscurecida por su tendencia al perfeccionismo.
Lucas: chakra raíz, luchando con el miedo al rechazo.
Escena en el Encadre#4
Sentados en círculo en un rincón interactivo de Arcade Madrid, rodeados de proyecciones de luces cálidas, el ambiente se cargaba de una interacción profunda.
Lina (voz calmada): "Siempre he creído que mi valor se esfuma si me abandonan, pero me doy cuenta de que cuando me critican por ser tan entregada, no es mi problema, sino el reflejo de lo que otros no logran aceptar en sí mismos."
Noah (sonriendo con un toque de incomodidad): "Lina, eso golpea cerca. Mi máscara de 'autosuficiencia total'… creo que la uso para evitar que alguien note mis propias inseguridades. Pero claro, a veces mi crítica hacia los demás es solo mi temor a depender de ellos."
Izan (mirando sus manos): "Yo… siento que cada palabra crítica me quema la garganta. Pero entiendo que si no me afecta, no debería cargar con la energía de los demás. Necesito aprender a devolver esa carga."
Mara (cerrando los ojos, pensativa): "El perfeccionismo me aísla. Quizás, las críticas que recibo por querer todo perfecto son un espejo de mi miedo a fallar. Lo entiendo ahora, es mi proyección."
Lucas (con voz profunda): "Lunes, máscara del rechazo… Mi miedo al rechazo me domina, pero ustedes me enseñan que esas críticas no me pertenecen. No tienen relevancia en mi esencia."
Con cada palabra, las máscaras digitales modulaban y dejaban entrever la sanación. En ese rincón de la estación, bajo el eco de la Ley del Espejo, encontraron la verdad que los unía: la crítica, cuando no hiere, pertenece al que la emite. Y así, en aquel lunes y su peculiar energía de máscara, surgió un pequeño destello de liberación compartida.
Activando los tokens chakra y conectando con Tabula Rasa 9.0
Al concluir su intercambio bajo la Ley del Espejo, las cinco personas-chakra decidieron sellar la experiencia activando sus tokens chakra. Cada uno sostenía su token con intención clara, permitiendo que su energía convergiera en una conexión con la web Tabula Rasa 9.0, la plataforma digital diseñada para armonizar dimensiones internas y futuras.
La aplicación, en perfecta sintonía con la energía del grupo, ofreció una tirada de tres cartas del Oráculo de Cristales y Ángeles, que encapsularon las lecciones aprendidas y proyectaron a cada uno hacia su mejor versión panóptica del futuro. En la pantalla holográfica, frente a los cinco, aparecieron los siguientes mensajes:
Carta Yin – FLUORITA: Belleza y autenticidad naturales. "Sé tú mismo, porque Dios te hizo naturalmente atractivo y adorable tanto por dentro como por fuera." Este mensaje resonó profundamente con Lina, que reconoció la importancia de amarse y abrazarse tal como es.
Carta Yang – ORO: Intervención divina. "Dios nos envía milagros en respuesta a las oraciones sinceras." Noah encontró en estas palabras la esperanza y la fe para abrirse a las conexiones auténticas sin temor.
Carta Shen – UNAKITA: Oraciones que encuentran respuestas. "Tu espléndido trabajo te ha abierto la puerta a las soluciones y apoyo divino." Este mensaje unificador abrazó a todo el grupo, reflejando el poder colectivo de su transformación y su intención compartida.
Con estas cartas, un círculo de energía luminosa emergió alrededor del grupo un flujo de energía de sanación y propósito. Sus intra-máscaras se sincronizaron con la mejor versión de sus yoes futuros, mientras un profundo sentimiento de gratitud envolvió el espacio.
Mientras se desvanecía la luz, cada uno sintió la certeza de que estaban en el camino correcto, sosteniendo el equilibrio entre sus sombras y su esencia. Y con una sonrisa compartida, supieron que no estaban solos en este viaje; juntos, estaban creando su destino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario