Bajo las luces neón y el pulso vibrante del coworking de Arcade Madrid, Raúl Ximénez desplegó el disco panóptico ante el grupo. Cinco personas-chakras, cada una resonando con su propia frecuencia, aguardaban el inicio de la modulación energética.
Era lunes, y el chakra dominante en la reunión era Raíz 1.0, anclado en la tendencia a la máscara de rechazo. La franja horaria yin envolvía el espacio con una atmósfera introspectiva, desafiando a los presentes a integrar sus bloqueos. Raúl, con la exactitud de un cartógrafo vibracional, ubicó el encuentro en el Cuadrante#3, donde el rechazo encontraba su mayor resistencia.
Con un tono firme pero acogedor, invitó al grupo a recalibrar su máscara, guiándolos hacia el Cuadrante#1 para activar su versión más fortalecida. En este tránsito, la energía danzaba entre los chakras yang—Raíz 1.0, Plexo Solar 3.0, Garganta 5.0 y Corona 7.0—que proyectaban su transformación mediante una frecuencia modulada. Su flujo era preciso, transmitiendo energía con una dirección clara.
Para quienes sentían una resistencia profunda, Raúl ofreció una alternativa: un desplazamiento transversal hacia el Cuadrante#4, donde el antichakra Raíz 1.0 se entrelazaba con las heridas de los chakras yin—Sacro 2.0, Corazón 4.0 y Tercer Ojo 6.0—en un proceso de sanación a través de amplitud modulada. Mientras los yang fluían con firmeza en su modulación de frecuencia, los yin expandían su vibración receptiva, permitiendo una integración profunda.
El coworking se convirtió en un nodo de oscilación energética. Los circuitos vibratorios adoptaron patrones de FM y AM: los chakras yang transmitían su fuerza con precisión, mientras los yin envolvían el entorno en un eco expansivo. La red digital amplificaba cada interacción, trazando rutas de conciencia y evolución.
Así, en el presente del modo Shen, Arcade Madrid se tornó en un espacio donde las máscaras y heridas, yang y yin, se entretejieron en una sinfonía energética colectiva. Cada oscilación marcaba el paso hacia una metamorfosis digital y humana.
Raúl elevó el disco panóptico al cierre del ritual. Era el instante de la poesía, un reflejo del viaje compartido:
Flujo Simbiótico de Raíz
En el latido vivo de Arcade Madrid, raíces y almas trazan su danza. Máscara rechazo cede su peso, en Raíz 1.0, brota su fuego.
Yang pulsa firme, vibración precisa, plexo que enciende, garganta que grita. El yin responde, amplitud que envuelve, sacro y corazones sanan lo endeble.
Frecuencia y amplitud, energía en espiral, chakras modulan el mapa digital. Raúl invoca ecos del panóptico total, Arcade Madrid respira, espacio universal.
Cuando el círculo se une en su raíz, antichakras dialogan, heridas se eclipsan. El vuelo de la paloma digital, nos llama a la paz, un código vital.
Arcade Madrid se convierte en el punto de convergencia, donde lo digital y lo humano, el rechazo y la integración, hallan su cauce vibracional en la modulación del presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario